martes, 28 de febrero de 2012

DEMONIZACIÓN DE LOS HEREJES MEDIEVALES

PARTE II: DEMONIZACIÓN DE LOS HEREJES MEDIEVALES

Desde comienzos del siglo tercero los Cristianos gradualmente comenzaron a dejar de ser vistos, y de verse ellos mismos, como grupo militante. El proceso de integración en y acomodación con, la sociedad Greco-Romana había comenzado. Pero no todos los Cristianos se adaptaron a las circunstancias cambiantes. En el Este, tanto el compromiso con el mundo como el institucionalismo dentro de la Iglesia fueron cuestionados por un renacimiento religioso conocido como Montanismo (de su fundador, Montanus). Localizado en las remotas profundidadesde Frigia, en Asia Menor, el Montanismo involucraba por encima de todo una revuelta contra la vida fácil del Cristianismo en las ciudades y pueblos Griegos. Con su arrolladora sed de martirio y urgentes profecías sobre el Fin del Milenio, la secta se hizo oír a finales del siglo II. Pero sobrevivió varios siglos más, y cuando ya el Cristianismo se había convertido en la religión oficial del Imperio, esta reliquia de los primeros tiempos era vista con gran suspicacia.

Entre mediados de los siglos IV y V, varios representantes Cristianos insinuaban que esas intransigentes atrasadas gentes de los bosques practicaban el canibalismo. Filastrio, obispo de Brescia, dijo de ellos: “La gente dice que durante la Pascua mezclan la sangre de un niño con sus ofrendas y envían trozos de esta ofrenda a sus perniciosos seguidores en todas partes(1). Epifanio también tenía a los Montanistas en mente cuando dijo que algunos sectarios “pinchan a un niño por todo el cuerpo con agujas de bronce para obtener sangre para su ofrenda”(2). Incluso el gran Agustín informa acerca de esos Frigios: “La gente dice que tienen unos sacramentos lamentables. Se dice que toman la sangre de un niño de un año, la obtienen mediante pequeños cortes en su cuerpo, y al mismo tiempo producen su Eucaristía, mezclando esta sangre con la comida, hasta hacen el pan mezclado con esta. Si el niño muere, lo tratan como un mártir, pero si vive, lo tratan como un sumo sacerdote(3). Los Montanistas reaccionaron a estas acusaciones igual que los Cristianos del siglo II –rechazaron esos cuentos como malignas calumnias(4). Sabían que eran inocentes –incluso algunos líderes de la Iglesia lo admitían(5).

San Agustín también señaló extrañas costumbres entre los Maniqueos. En su tiempo la religión Maniquea se expandía desde su lugar de origen, Persia, penetrando profundamente en el mundo Greco-Romano. A medida que avanzaba vino a estar más y más bajo la influencia de la Cristiandad. En África del Norte en particular tomó la apariencia de una versión más racional del Cristianismo, sin ser estorbada por el Antiguo Testamento, y vino a ser un serio rival del Catolicismo entre los educados. Agustín mismo fue miembro de la iglesia Maniquea durante nueve años, antes de su conversión al Catolicismo. Pero fue solamente “auditor”, o Maniqueo secular. El relato que cuenta se refiere a los “electi” que eran virtuosos religiosos.

De acuerdo con Agustín, en su época Maniquea una mujer se quejó a él que durante una ceremonia religiosa, estando sentada junto a otras mujeres, “algunos de los elegidos se le acercaron, uno de ellos apagó la lámpara, mientras que otro, que no pudo reconocer, la abrazó, intentando forzarla a pecar si no hubiera gritado y escapado. Esto ocurrió la noche cuando la fiesta de las vigilias(6). Agustín, aunque reconoció que no se puedo descubrir al agresor, comenta que estas prácticas deben haber sido muy comunes. Uno debería preguntarse por qué, si así era, él, Agustín, nunca fue testigo de nada semejante durante todos los años que fue miembro. La verdad es que los “electi” o “perfecti” Maniqueos tenían fama, incluso entre sus enemigos, por su absoluta castidad y ascetismo riguroso, y hay razón para pensar que esta poco probable historia no fuese sino una versión desacreditadora de aquellas orgiásticas fantasías con las que los paganos Romanos acusaron a su vez el “Agape Cristiano”.

Siglos después estos cuentos de erotismo libertino, infanticidio y canibalismo fueron reavivados y aplicados a varios grupos religiosos en el Cristianismo Medieval. En el proceso vinieron a estar cada vez más firmemente integradas en el corpus de la demonología Cristiana. A los ojos de los paganos Greco-Romanos, la gente que se consentía en orgías promiscuas y devoraban niños eran enemigos de la sociedad y de la humanidad. A los ojos de los Cristianos Medievales eran además enemigos de Dios y siervos de Satán, sus terribles acciones eran inspiradas por Satán y sus demonios y servían sus intereses. A medida que pasaron los siglos los poderes de las tinieblas aparecían más y más en esos cuentos, hasta que llegaron a ocupar el centro el escenario. La permisividad erótica, el infanticidio y canibalismo tomaron gradualmente un nuevo sentido, como manifestaciones de un culto religioso a Satán y expresiones de culto al Diablo. Finalmente las orgías nocturnas fueron “imaginadas” teniendo lugar bajo la directa supervisión de un demonio, que las presidía en forma material.

Estas transformaciones pueden ser observadas bastante claramente si uno traza, en orden cronológico, las acusaciones contra ciertas sectas disidentes en la Cristiandad tanto oriental como occidental. Un ejemplo es la secta de los Paulicianos, que en el siglo VIII floreció en el sureste de Armenia, fuera de las fronteras del Imperio y fuera del control la iglesia Armenia. En el 719 el jefe de esta iglesia, San Juan IV de Ojun (Yovhannes Ojneçi), conocido como el Filósofo, convocó un gran sínodo que condenó a esa gente como “hijos de Satán”, él mismo produjo una octavilla que mostraba claramente lo que quería decir con ello(7). Los Paulicianos, se quejaba, se reúnen en la oscuridad de la noche, y en sus reuniones a escondidas cometen incesto con sus propias madres. Si de ello nace un niño, se lo lanzan uno a otro hasta que muere, y aquel en cuyas manos muere es elevado al liderazgo de la secta. La sangre de esos infantes es mezclada con harina para hacer la Eucaristía. Esa gente sobrepasa en glotonería a los cerdos que devoran a su propia descendencia. De esta manera Juan de Ojun puso en relación lógica, la una con la otra, las dos “fantasías” originalmente independientes, la de la orgía erótica y la de la “fiesta Tiesteana”, estableciendo el modelo para las generaciones siguientes. Pero esto no fue todo –también describió como los Paulicianos adoraban al Diablo, inclinándose y echando espuma por la boca. Esta idea también fue incorporada en los estereotipos tradicionales.

En otro caso posterior en el Este el papel de Satán y sus demonios es más explícito. Cerca del 1050 Michael Constantino Psellos, que era a su vez un famoso filósofo y un hombre de estado Bizantino, escribió un diálogo en Griego “Sobre la operación de los demonios”, e incluyó en este un par de parágrafos acerca de la secta de los Bogomilos –los llama Mesalianos. Juan de Ojun también se refirió a los Mesalianos en conexión con los Paulicianos-. Psellos vivió y escribió en Constantinopla, y los Bogomilos se encontraban en la distante Tracia. Es pues según el relato de un visitante Tracio que Psellos ofrece su informe. Se trata del “Sacrificio Místico” que el Tracio decía haber presenciado, en persona, durante la Pascua:

“Cuando se hace de noche se encienden las velas, y cuando nosotros celebramos la Pasión del Señor, ellos se reúnen en una casa y traen a jóvenes muchachas que han iniciado en sus ritos. Apagan las velas, y se entregan a actos lascivos con las jóvenes… Una vez finalizado el rito, se van a sus casas y esperan durante nueve meses hasta que nazcan los niños ilegítimos. Se reúnen de nuevo en el mismo lugar. Después al tercer o cuarto día del nacimiento le quitan los niños a sus madres de sus brazos. Cortan su carne y recogen los chorros de sangre en recipientes. Tiran los niños aún llorando al fuego. Después recogen las cenizas y las mezclan con la sangre y hace una abominable bebida con la que impregnan su comida y bebida. ……”(8)

El Tracio tiene claro el propósito detrás de estos ritos. Las almas de los que participan en ellos es purgada de cualquier rastro de influencia divina y se convierten en lugar donde habitan los demonios. La venida del Anticristo está cerca, surgirán monstruosas doctrinas y prácticas ilegítimas. Las acciones de Saturno y Tiestes y Tántalo, cuando devoraron a sus hijos, de Oedipo cuando se unió a su propia madre, de Cinirias, cuando copuló con sus hijas –todas esas abominaciones se están repitiendo ahora, como signos de la llegada de los Últimos Días. En otras palabras, son manifestaciones del fin, un esfuerzo desesperado de las huestes demoníacas en su lucha contra Dios.

Hasta el siglo XI el Cristianismo Occidental no había tenido ninguno de esos problemas provocados por disidentes religiosos. Pero en la época en la que Psellos escribía contra los Bogomilos (=amigos de Dios), Occidente comenzó a descubrir la presencia de heréticos. Las autoridades, eclesiásticas y seculares, reaccionaron fuertemente contra estas poco conocidas situaciones: los herejes no solo fueron quemados vivos, fueron también difamados. La primera ejecución tuvo lugar en Orleans en 1022. Y en conexión con este mismo incidente se relataron cuentos de incestos y canibalismo por vez primera en Europa occidental, por vez primera desde la Gran Ejecución de “Cristianos” a manos de paganos en Lyon, más de ocho siglos antes.

Este grupo hereje consistía en mayor parte de canónigos de la colegiata de Orleans –hombres cultos y piadosos, uno de los cuales había sido confesor de la reina. También incluía algunos laicos aristócratas, y algunas monjas y otras mujeres. El tono era de piedad profunda –los líderes no solo predicaban sino que también vivía una vida santa y simple, y esto fue lo que atrajo a tantos seguidores. Esa gente no tenía miedo de confesar sus creencias, pues estaban convencidos que el Espíritu Santo les protegería, y al final fueron a la hoguera riendo. La evidencia que ofrecían, cuando eran interrogados en presencia del rey y la reina y los obispos, era completamente confiable. Habían rechazado mucho de lo que era aceptado en la doctrina Cristiana: no creían que Cristo nació de una Virgen, o que sufrió a manos de los hombres, o que resucitó de entre los muertos. No estaban persuadidos de la eficacia sobrenatural del bautismo, o de la Eucaristía, o de las oraciones a los Santos. Al mismo tiempo eran místicos. Creían que cada hombre había recibido el Espíritu Santo, que habita en sus corazones y los guía en todos sus caminos.

Su doctrina no era muy distinta de, o más siniestra que, la doctrina que la Sociedad de Amigos profesaría bastantes siglos después. Pero estos sectarios también hablaban acerca de una cierta “comida celestial”, y esto puso a funcionar las imaginaciones. Un cronista contemporáneo, Adhemar de Chabannes, describe como esa gente había sido engañada por un ignorante analfabeto, que les dio de comer las cenizas de un niño, atándolos así a su secta. Una vez iniciados, el Diablo se les aparecía, algunas veces como un Negro y otras como un ángel de luz. Cada día les otorgaría cantidades de dinero, y en contrapartida se les exigía negar a Cristo en sus corazones, aunque en público aparecieran como verdaderos seguidores de Cristo. Y el Diablo les instruiría también para realizar en secreto todo tipo de vicios(9).

Un par de generaciones posteriores, cerca del 1090, un monje de Chartres llamado Pablo (Paul) ofreció un relato más elaborado del tema. “Se reúnen determinadas noches a una hora concreta, escribe, cada uno lleva una lámpara. Y recitan los nombres de los demonios en letanía, hasta que de pronto ven al Diablo descender disfrazado de animal o de otra manera. Tan pronto como la visión comienza se apagan las luces….” El monje sigue fielmente a sus precursores, especialmente a Adhémar de Chabannes y Psellos. Después de relatar la correspondiente promiscue e incestuosa orgía, la quema de los niños, la elaboración en secreto de la esclavizante poción diabólica, concluye, “que esto sea suficiente para advertir a los Cristianos para que estén vigilantes contra esta mala obra…”(10).

Cien años más tarde era común creer que el Diablo, o algún demonio a él subordinado, presidía las orgías nocturnas de los herejes en forma de animal, normalmente un gato. Esto no pertenecía al folklore de la mayoría analfabeta, sino al punto de vista de la élite intelectual. Clérigos cultos que dirigían los principales asuntos estaban convencidos de todo esto. El Inglés Walter Map, por ejemplo, no solo era un eclesiástico importante sino que fue varias veces juez y oficial en la corte de Enrique II. También era un talento, a quien el Conde de Champagne se complació en entretener en su corte, cuando Map viajaba a Roma para asistir a un concilio ecuménico. Este altamente educado y experimentado hombre describió las reuniones de los herejes en términos tan fantásticos que parecía que estaba bromeando, si no hubiera sido por el contexto que es perfectamente serio. En su libro “De nugis curialium” (entretenimientos de los cortesanos) informa lo que algunos herejes Franceses, que habían abandonado la herejía y regresado al Catolicismo, se supone le dijeron sobre sus prácticas. “…… Se apagaban las luces y los herejes murmuraban sus himnos (como para no atraer la atención de extraños), agrupados alrededor de su amo el gato. En la oscuridad trataban de encontrar al animal demoníaco, y a medida que cada uno lo encontraba, lo besaba en la parte que consideraba oportuna para colmar su deseo de degradación: los pies, genitales, bajo la cola, en el ano (en los primeros tiempos del Cristianismo se decía que los Cristianos adoraban los genitales del sacerdote que presidía la ceremonia!). Solamente después de todo esto, estimulados por ello, los herejes comenzaban su usual orgía promiscua(11).

En la época en la que Map escribió este relato, cerca del 1180, estas ideas ya habían entrado en el pensamiento incluso de los filósofos y teólogos. El Francés Alain de Lille, cuya reputación como hombre culto era tal que le llamaban “Doctor Universalis”, creía también en todo esto. Cuando escribió su tratado “Contra los herejes de su tiempo”, entre 1179 y 1202, tuvo que explicar por qué una de las más importantes sectas era llamada Cátaros. Dio la respuestas correcta: el nombre viene del Griego “Katharoi”, “los puros”, pero se sintió obligado a ofrecer una etimología alternativa –del Latín “cattus”, “gato”, porque es en esta forma que Lucifer se les aparece y recibe sus obscenos besos(12). El eminente Escolástico Guillaume d´Auvergne, obispo de Paris, creía igualmente. Escribe que “Lucifer” “tiene el permiso de Dios para aparecerse a sus seguidores en la forma de gato negro o sapo y pedirles besos, como gato, bajo la cola, en el ano, como sapo, en la boca”(13).

La atmósfera estaba cambiando. Las fantasías que en la temprana Edad Media eran desconocidas en Europa Occidental se convirtieron en creencias comunes. Como siempre ocurre, mediante la repetición las ficciones se convierten en verdades aceptadas como hechos.

---------------------------------------------------------
1. Filastrio, “Diversarum hereseon”, xlix, 3.
2. Epifanio, “Panarion”, xlviii, 4
3. Agustín, “De haeresibus”, xxvi
4. Theodoret, “Haereticarum fabularum compendium”, iii, 2
5. Jerónimo, “Epistola” xli, 4
6. Agustín, “De moribus Ecclesiae Catholicae et de moribus Manichaeorum”, Lib. II, cap. vii
7. Texto, en traducción en Latín, in F.C. Conybeare, “The Key of Truth, a manual of the Paulician Church in Armenia”, Oxford, 1899, pp. 152-4.
8. Michael Psellos, “Peri energeias daimonon”, cap. v. Svoboda, “La démonologie de Michel Psellos”, Brno, 1927.
9. Adhémar de Chabannes, “Historia Francorum”, lib. III, cap. 59.
10. Pablo, monje de Saint-Père de Chartres, “Liber Aganonis”, en Cartulaire de l´abbaye de Saint-Père de Chartres, ed. M. Guérard, vol. 1, Paris, 1840, p. 112. Los estudiosos modernos, que se basan en la edición del siglo XVIII del Liber Aganonis en Bouquet, vol. X, consideran que este documento contiene el primer relato real del Sabbat contemporáneo con los eventos en Orleans, i.e. como fechado cerca del 1022. Pero esto está equivocado. Ver la introducción de Guérard, p. 276, Nota 2.
11. Walter Map, “De nugis curialium”, Distinctio 1, cap. xxx (Camden Society, vol. 50, London, 1850, p. 61.
12. Alain de Lille, “De FIDE católica contra haereticos sui temporis”, lib. 1, cap. LXIII. Map puede muy bien haber oído la historia de Alain de Lille, ambos estuvieron en el concilio de Letrán en Roma en 1179. La derivación de “Cátaro” de “cattus” fue ampliamente aceptada. Para un ejemplo ver I. Von Döllinger”, Beiträge zur Sektengeschichte”, vol. II, Munich, 1890, p. 293.
13. Gulielmus Alvernus, “Tractatus de legibus”, cap. XXVI, en “Opera Omnia”, Orléans 1674, vol. I, p. 83.

viernes, 24 de febrero de 2012

SATANÁS Y EL CONCEPTO DEL MAL I

PARTE I: EL DIABLO Y SUS PODERES

1. El Antiguo Testamento dice muy poco acerca del Diablo y ni siquiera apunta a una conspiración de los seres humanos bajo la dirección del Diablo.

Para los Hebreos primitivos Yahvé era un dios tribal, y pensaban a los dioses de los pueblos vecinos como antagonistas a ellos y a Yahvé, y no necesitaban ninguna otra grandiosa encarnación del mal. Más tarde la religión tribal se desarrolló en un monoteísmo ; pero entonces el monoteísmo era tan absoluto, la omnipotencia y omnipresencia de Dios eran tan constantemente afirmadas, que los poderes del mal parecían insignificantes en comparación. El demonio del desierto Azazel en Levítico, el demonio nocturno Lilith y los demonios machos cabríos en Isaías –son todos residuos de la religión pre-Yavista y permanecen fuera de los límites de la religión de Yahvé; difícilmente entran en relación con Dios y no son en absoluto poderes que se enfrentan a Dios. Como ocurre con el dragón que aparece en el Antiguo Testamento bajo los nombres de Rahab, Leviatán, y Tehom Rabbah- que son tomados de los mitos de creación del Cercano Oriente y simbolizan el caos primordial en lugar del mal actuando en el mundo creado. Tampoco el Antiguo Testamento sabe nada sobre Satán en tanto que gran oponente de Dios y suprema encarnación del mal. Estamos acostumbrados a ver la serpiente, que engaño a Eva en el Jardín del Edén, como Satán en guerra con Dios; pero no hay garantía alguna de nada de esto en el texto. Al contrario, en las pocas ocasiones cuando Satán aparece en el Antiguo Testamento, figura menos como antagonista de Yahvé que como cómplice.

Satán, de hecho, se desarrolló partiendo del mismo Yahvé, en respuesta a ideas cambiantes acerca de la naturaleza de Dios(1). Cuando Yahvé dejó de ser un dios tribal y se convirtió en Dios del universo, fue visto al comienzo como autor de todo lo que ocurría, bueno y malo. Así leemos en Amos (siglo VIII a.C.): “…….. Sobreviene una desgracia a una ciudad sin que la haya provocado Yahvé?”(2). Incluso el Deutero-Isaías (siglo VI a.C.) hace decir a Yahvé: “Yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la desgracia, y soy Yahvé, el que hago todo esto”(3). Pero gradualmente la conciencia religiosa cambió hasta que se llegó a considerar una incongruencia que Dios fuese el responsable directo del mal. En este punto las funciones amenazantes y dañinas de Dios se separan de éste y son personificadas en Satán(4).


En el prólogo del libro de Job (probablemente siglo V a.C.) Satán aparece como cortesano en la corte de Dios, y el hecho notable es que induce a Dios a infligir sufrimiento sobre un hombre inocente. En épocas más tempranas, Dios podría haber sido perfectamente capaz de realizar esto sin ser inducido, y es que la misma idea que Dios puede ser inducido o influenciado a hacer algo habría sido teológicamente intolerable. Esta visión más antigua, pues, impregna todo el relato de Job en oposición al prólogo; en este antiguo cuento popular Job no duda en adscribir su desgracia a Yahvé, y no sabe absolutamente nada de Satán. Un desarrollo similar se puede observar si uno contrasta un relato del Libro Segundo de Samuel, que puede datar del siglo X a.C., con la misma historia relatada en el Libro de las Crónicas, no más antiguo del siglo IV a.C. 2 Samuel 24 relata como el Señor tentó a David para hacer un censo del pueblo, y con que consecuencias. Cualquier censo era visto como una violación del poder divino porque hacía a los seres humanos conscientes de su poder. Por lo tanto, para castigar a David por realizar el censo, el Señor envió una plaga para reducir la población; después de lo cual el Señor “se arrepintió”. Seis o siete siglos más tarde semejante conducta era vista como incompatible con la naturaleza divina. En 1 Crónicas 21, el mismo relato es narrado, y con las mismas palabras, excepto una diferencia vital: la responsabilidad de tentar a David es transferida de Dios a Satán.

Ésta historia en Crónicas parece ser un ejemplo en todo el Antiguo Testamento que sugiere que Satán existe como principio del mal; también es el ejemplo donde el nombre “Satán” –que significa “adversario”- es usado sin el artículo, de manera que se convierte en nombre propio. Ya no es un función de la personalidad de Dios, Satán surge aquí como ser autónomo, un poder que tiente a los hombres a pecar contra Dios. Este un momento crucial; pues durante los tres siglos siguientes los Judíos produjeron una demonología nueve, compleja y de gran amplitud. Desde el siglo II a.C. hasta el fin del siglo I d.C. apareció un nuevo cuerpo de literatura comúnmente conocida como apocalíptica, porque está llena de revelaciones supuestamente sobrenaturales acerca del futuro. Esta literatura abunda en referencias a los malos espíritus trabajando para impedir el plan de Dios para el mundo(5).

Aunque esta noción es bastante extraña al Antiguo Testamento, había, en cierto sentido, sido aprobada por la autoridad del Antiguo Testamento. Esto se llevó a cabo invocando un par de frases de Génesis 6: “… vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran atractivas, y tomaron por mujeres a las que prefirieron de entre todas ellas…..Los nefilim (Gigantes) aparecieron en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y éstas les dieron hijos; estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos”. Este misterioso pasaje parece reflejar una leyenda popular referente a los gigantes y su origen; y y se debe haber requerido una considerable ingenuidad para relacionarlos con los malos espíritus y su origen. Pero los Apocalipsis se las arreglan pare ello.

El Libro de Enoch, o I Enoch, relata como los ángeles, liderados por Semjaza y Azazael, cayeron del cielo debido a su lujuria para con las hijas de los hombres; de este cruce de razas viene el mal y la impiedad de la destructiva raza de los Gigantes se extendió a lo largo de la tierra hasta que, en un esfuerzo para restaurar el orden, Dios envió el Diluvio para destruir la mayor parte de la humanidad y encadenó a los ángeles en lugares oscuros de la tierra hasta el Juicio Final, cuando serán echados al Fuego Eterno(6). Pero los Gigantes permanecieron en la tierra, y dieron lugar a los malos espíritus. Cómo ocurrió esto no está claro, pero el punto es inmaterial; lo que importa es que los malos espíritus “se levantaron contra los hijos de los hombres y contra las mujeres”(7). En otras palabras, son demonios, que atormentan a los seres humanos. También los extravían haciendo que ofrezcan sacrificios a los dioses paganos(8) –un papel que existiendo bajo el Cristianismo, como una de las actividades principales y más siniestras de los demonios.

Este relato en I Enoch data del siglo II a.C., y los Apocalipsis posteriores se basaron en éste. Muchos de ellos tratan de esos demonios y las nefastas actividades que llevan a cabo bajo el mandato de su líder, llamado Mastema, o Belial, o Beliar, o Satán. En el “Libro de los Jubileos” (135-105 a.C.) Mastema está al mando de una décima parte de los malos espíritus, las otras nueve décimas partes permanecen confinadas en “el lugar de la condenación”. Dentro de los límites prescritos por Dios los malos espíritus o demonios llevan a cabo la destrucción en la tierra –aunque también se dedican a seducir, tentar a los seres humanos con todo tipo de pecados(9). Todo esto está más claro en el “Testamento de los Doce Patriarcas” (109-106 a.C.). Aquí el jefe de los ángeles caídos, Belial, emerge como antagonista y rival de Dios, con quien compite para obtener la alianza de los hombres: “Elijes las tinieblas o la luz, la ley del Señor o las obras de Belial?(10). Sus subordinados tientan a los hombres para que forniquen, con celos, envidia, enfado, crimen –y también idolatría, o culto a los dioses paganos.

Algunos de los Rollos del Mar Muerto presenta un cuadro muy similar. En algunos de sus escritos se encuentra la idea que iba a sufrir un espectacular desarrollo en siglos posteriores: la idea que el Diablo (Beliar, Satán, etc.) tiene sus siervos entre hombres y mujeres vivientes –colaboradores humanos de las huestes de malos espíritus. En el documento conocido como “La guerra de los Hijos de la Luz y los Hijos de las Tinieblas” que data aproximadamente de los tiempos de Jesús, la secta espera una guerra de cincuenta años donde sus miembros, como “hijos de la luz”, exterminarán a los “hijos de las tinieblas”, los “hijos de Belial”. Este será un tiempo de salvación para la gente de Dios, una época de dominio para todos los miembros de Su compañía, y de total destrucción para toda la compañía de Satán.

2. La demonología que figura en algunos Apocalipsis y algunos de los Rollos del Mar Muerto también está presente, modificada, claro, en el Nuevo Testamento(11). Al contrario de Yahvé en el Antiguo Testamento, Dios, en el Nuevo Testamento, tiene a un formidables antagonista en Satán y sus huestes de demonios subordinados; los Evangelios, Hechos, Epístolas Paulinas, y Libro del Apocalipsis, están llenos de referencias a esta prodigiosa lucha. Satán lucha para impedir la expansión del Cristianismo.

Hay que admitir cierta incertidumbre referente a la etapa precisa alcanzada en la lucha entre Jesús y Satán. Algunas veces parece que la crucifixión de Jesús ha definitivamente expulsado a Satán. Juan pone en boca de Jesús poco antes de su muerte, “el príncipe de este mundo ya está juzgado”(12); Pablo mantiene que mediante su muerte Jesús ha destruido el poder del Diablo(13). Pero en otros pasajes Satán aparece completamente activo: “…vuestro adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar”(14). Y el libro del Apocalipsis deja claro que la lucha nunca pude ser decidida definitivamente hasta la segunda Venida de Cristo; solo en el Juicio Final Satán será “arrojado al lago de fuego y azufre…..”(15). Aunque estas aparentes inconsistencias son meras diferencias en énfasis; no pueden oscurecerle gran optimismo y certeza de victoria que inspiraba a los Cristianos del siglo I.

3. Aunque en la historia de la primera Iglesia Satán y sus demonios era imaginado como lo es en el NT, gradualmente fue siendo integrado en la doctrina Central del Cristianismo, la doctrina la caída del hombre, pecado original, y la redención de la humanidad mediante al crucifixión de Cristo.

Ya en siglo I a.C., el Libro de Enoch señalaba que fue uno de los muchos Satanes menores seguidores de Satán el que extravió a Eva(16). En el primer siglo d.C., Satán estaba, al menos explícitamente, en relación con la serpiente en el Jardín del Edén. Sea la serpiente era Satán disfrazado, o Satán actuó a través de la serpiente. La conexión fue claramente establecida en un número de Apocalipsis del siglo primero, todos de origen Cristiano o con tendencias Cristianas. En particular el “Libro de Adán y Eva”, que fue compuesto en el último cuarto de siglo, elaborado sobre el papel jugado por Satán en la caída. Para extraviar a Eva se colgó de los muros del Paraíso, apareciendo como un ángel y cantando himnos como un ángel; también persuadió a la serpiente para que ésta le dejase hablar por su boca(17). Este mismo Satán fue una vez uno de esos ángeles de Dios, pero desobedeció el mandamiento de Dios y llevó a la desobediencia a otros ángeles, con el resultado que él y sus seguidores fueron expulsados del cielo.

Este punto de vista acerca de la caída de Satán y la caída del hombre fue adoptado por los Padres de la Iglesia, desde el siglo II d.C. el apologista Justino Mártir en adelante. El único punto en disputa concernía a la caída, no a Satán mismo, sino a los ángeles inferiores. Cualquier cosa que sea lo que quiere decir el Libro de Adán y Eva, la mayoría de los Padres no podían pasar por alto la doctrina de fuentes más venerables. El Libro de Enoch, como hemos visto, mantenía que esos ángeles habían caído porque desearon a las hijas de los hombres; de lo que sigue que, diferente a Satán, estos no había caído hasta bien después de la caída del hombre. Pero en el siglo III esta dificultad fue evadida por el preeminente teólogo Orígenes. Éste proclamó que el pasaje en Génesis referente a los hijos de Dios y las hijas de los hombres había de ser tomado alegóricamente; la verdadera caída de los ángeles tuvo lugar antes de la creación del hombre, es más, antes de la creación del mundo. la Iglesia Griega siguió a Orígenes; un tiempo después San Jerónimo (c. 340-420) y San Agustín de Hipona (354-430) implantaron la misma idea en la Iglesia Latina. A finales del siglo IV se aceptaba generalmente en el Este y el Oeste que la caída del hombre era parte de una prodigiosa lucha cósmica que había comenzado cuando algunas de las huestes celestiales se habían revelado contra Dios y habían sido expulsadas del cielo. Mientras que los ángeles habitan el alto cielo, cerca del Trono de Dios, los demonios estaban confinados al aire oscuro inmediatamente sobre la tierra. Este es el significado original de la famosa frase de Pablo acerca de la “maldad espiritual en las alturas”(18), los Padres compartían este punto de vista. Agustín, por ejemplo, mantenía que “el Diablo fue expulsado, junto con sus ángeles, de la alta esfera de los ángeles, y fue arrojado a las tinieblas, o sea en nuestra atmósfera, donde están encarcelados(19). También se estaba de acuerdo en que dado que los ángeles poseían cuerpos etéreos, compuestos de aire y luz, los demonios han de estar igualmente equipados. De acuerdo con Agustín, esos cuerpos etéreos le otorgaban a los demonios tremendo poder y percepción y les posibilitaba transportarse a través del aire a extraordinaria velocidad(20).

Desde su habitat en el aire Satán y sus demonios mantienen una guerra incesante contra los Cristianos. Así es como Pablo los imagina(21). Y los Padres se explayan ampliamente sobre las diferentes maneras mediante las cuales estos persiguen a la nueva fe y a sus adherentes. Pues el Diablo, que no conoce paz alguna, no puede dejar en paz a los hombres(22), junto con sus demonios causa tanto la enfermedad individual(23) como los desastres colectivos tales como la sequía, malas cosechas, epidemias entre los hombres y las bestias(24). Además, los demonios han ideado nuevas métodos para afligir a la Iglesia. Por un lado inspiran a las autoridades Romanas para que persigan a los Cristianos(25), por otro seducen a los Cristianos para que abandonen la verdadera fe, para caer en el cisma y la herejía(26). San Cipriano mantenía incluso que respecto a la actividad de los diablos no habría ni herejía ni cisma alguno(27).

Para Pablo como para los Padres, los demonios están presentes en los dioses del mundo antiguo. Si un Cristiano se atreve a criticar nuevas prácticas o creencias, después que éstas hayan sido aprobadas por la Iglesia, esto debe estar instigado por un dios pagano, operando como demonio. Cuando un monje llamado Vigilantius escribió contra le creciente culto a los huesos de los mártires, Jerónimo le contesta: “El espíritu impuro que te hace escribir esto ha sido a menudo atormentado por este humilde polvo (de los huesos de los mártires)…. Este mi consejo. Vete y confiesa, que lo que ahora niegas, es Mercurio quien habla a través de la boca de Vigilantius”(28). La prueba más segura de la verdad del Cristianismo está en la habilidad de los Cristianos para exorcizar los demonios de los seres humanos a los que han poseído. Pues cada exorcismo representa una victoria de Cristo sobre un dios pagano. Este es el punto de vista de Tertuliano y Cipriano a comienzos del siglo III(29), y era también el punto de vista de Sulpicio Severus en su vida de San Martín de Tours, escrita a comienzos del siglo V: “Cada vez que Martín venía a la iglesia, los demoniacos que estaban presentes aullaban y temblaban como los criminales cuando llega el juez…. Cuando Martín exorcizaba los demonios…. Los miserables demonios expresaban de diferentes maneras los apuros en los que se encontraban… uno admitía que era Júpiter, otro Mercurio….. (30).

La más grande ofensa de Satán, de hecho, está en la persistencia de la religión pagana. Todos lo que a ésta se adherían estaban adorando a demonios. Esta interpretación del ritual de la religión Greco-Romana es como un anticipo de aquellas fantasías del culto a Satán que los clérigos medievales blandirían para tratar con las actividades de las sectas discrepantes, mil años después.

Sin embargo, las similitudes entre el Cristianismo temprano y las actitudes del Cristianismo medieval no han de ser exageradas. La atmósfera de mórbida fascinación que llenaba las descripciones medievales está ausente en las polémicas de los primeros Padres; es fácil ver por qué. En los días de los Padres la Iglesia estaba llena de optimismo, todavía segura de su fe y del triunfo de esta fe. Satán podía ser fuerte, pero estaba dentro del poder de cualquier Cristiano resistirle. La obra conocida como “El Pastor de Hermas”, que data de la primera mitad del siglo II, es empático en un punto: el que teme a Dios no puede ser afectado por ningún Diablo. Satán huye cuando se enfrenta a una fuerte resistencia, por ellos sólo aquellos sin fe Cristiana han de temerle(31). En la segunda mitad del siglo II Ireneo afirmaba que el Diablo huye ante las oraciones de los Cristianos(32), y Tertuliano estaba convencido que es suficiente con pronunciar el nombre de Cristo(33). Si Dios permite que los demonios tienten a los Cristianos, es en orden a que los Cristianos pueden avergonzarlo y al mismo tiempo fortalezcan su propia fe. Desde el punto de vista de Orígenes el poder de Satán y sus huestes ya estaba declinando. Cada vez que un demonio es resistido con éxito por un Cristiano, es arrojado al infierno y pierde el poder de tentar de nuevo. Como resultado el número de demonios en servicio activo está disminuyendo, el poder de los dioses paganos mengua, y a los paganos se les hace cada vez más fácil convertirse en Cristianos(34).

Esta sublime confianza aún inspiraba a la Iglesia cuando cristianizó a los pueblos Germanos y Celtas de Europa. Pero gradualmente a lo largo de los siglos nuevas y terribles ansiedades comenzaron a hacerse sentir en las mentes Cristianas, hasta que llegó a parecer que el mundo estaba poseído por los demonios y que sus aliados humanos estaban por todas partes, incluso en el mismo corazón de la Cristiandad.


-------------------------------------------------------
1. Roskoff, “Geschichte des Teufels”, Leipzig, 1869, aunque antigua, es una de las historia más completas acerca de Satán y las huestes demoniacas. Ver también, aunque es más breve, E. Langton, “Satan, a portrait”, London, 1945, y H.A. Kelly, “Towards the death of Satan”, London, 1968. Para un desarrollo de las ideas Cristiana y Judía hasta el Nuevo Testamento ver E. Langton, “Essentials of demonology”, London, 1949. Un estupendo estudios sobre el desarrollo del concepto de Satán en K.G. Jung “Satanás en el Antiguo Testamento, Simbología del Espíritu”, Fondo de Cultura Económica, 1962.
2. Amos 3:6
3. Isaías 45:7
4. Ver H. V. Kluger, “Satan in the Old Testament”, traducc. H. Nagel, North-western University Press, Evanston, USA, 1967.
5. R. H. Charles, “The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament”, 2 vol., Oxford 1913. Hasta que punto la demonología Judía dependía de una influencia Iraní, y cuanto le debe Satán al espíritu de destrucción Zoroastriano, Ahriman, ha sido debatido y no hay conclusión definitiva. Contribuciones acerca de este tema en J. Duchesne-Guillemin, “Ormazd et Ahriman”, Paris, 1953, y R.C. Zaehner, “The dawn and twilight of Zoroastrianism”, London, 1961.
6. I Enoch 10:1-11.
7. I Enoch 15:11.
8. I Enoch 19:1.
9. Jubileos 11:4
10. Testamento de Leví 19:1.
11. G. b. Caird, “Principalities and Powers: a study in Pauline Theology”, Oxford, 1956.
12. Juan 16:11.
13. Hebreos 2:14
14. I Pedro 5:8.
15. Apocalipsis 20:10
16. I Enoch 69:4-6
17. Latin, Vita, 9:1. Ver “Apocalypsis Mosis”, 16-20.
18. Efesios 6:12; 2:2.
19. Agustín, “Enarratio in Psalmum cxlviii”, 9.
20. Agustín, “De divinatione daemonum”, cap. Iii, 7.
21. Efesios 6:12.
22. Ireneo, “Adversus haereses”, lib. V, Cap. Xxiv
23. Tertuliano, “Apologeticum”, cap. Xxii
24. Orígenes, “Contra Celsum”, lib. VIII, 31-2.
25. Justino, “Apologia I”, 55.
26. Justino, “Apologia I”, 5, 12 y 14; Orígenes, “Exhortatio ad martyrium”, 18 y 32
27. Cipriano, “Liber de úntate Ecclesiae” 15
28. Jerónimo, “Liber contra Vigilantium”, 9
29. Tertuliano, “Apologeticum”, cap. XXXIII; Cipriano, “Ad Demetrianum”, 15.
30. Sulpicio Severus, “Dialogus”, III, cap. vi
31. Pastor de Hermas, “Mandatos” VII y XII
32. Ireneo, “Adversus haereses”, lib. II, cap. xxxii
33. Tertuliano, “Apologeticum”, cap. xxiii
34. Orígenes, “Homilia in librum Jesu Nave”, XV.

miércoles, 8 de febrero de 2012

COMENTARIO A SAN MARCOS

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS, COMENTARIO

LA TEMPESTAD CALMADA (4:35-41)
35. Este día, al atardecer, les dijo: “Pasemos a la otra orilla”. 36.Despidieron a la gente y le llevaron en la barca, tal como estaba. Otras barcas iban con él. 37. En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que estaba a punto de anegarse. 38. Él se encontraba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Lo despertaron y le dijeron: “Maestro, no te importa que perezcamos?” 39. Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. 40. Entonces les dijo: Por qué estáis con tanto miedo? Cómo no tenéis fe? 41. Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?

COMENTARIO:
(Mat. 8:23-27; Luc. 8:22-25). Como Jonás, Jesús está durmiendo en medio de la tormenta pero a diferencia de Jonás, Jesús calma la tormenta (ver Juan 1:4-6). 35: “Pasemos a la otra orilla”. Aquí Jesús deja un lugar predominantemente Judío de Galilea por vez primera para ir por mar hacia el este, a la costa predominantemente Gentil. 38-40: Marcos aquí como en otras partes describe a los Discípulos sin entendimiento, con débil voluntad, o cobardía (4:13,38,40; 6:52; 7:18; 8:17). Es posible que Marcos esté indicando que no merecen la autoridad que tenían en las primeras comunidades de seguidores de Jesús, pero la audiencia también es identificada a un mismo nivel de debilidad y adquiriendo ánimos para realizar renovados esfuerzos para convertirse en seguidores fieles. En el camino del desierto durante el Éxodo hay un motivo recurrente de queja y murmullo de la gente. Además, la barca aquí es como si quisiera ser una metáfora de la pequeña y zarandeada comunidad; esto es cierto por la manera en que la barca es interpretada en el posterior arte Cristiano. 39: Jesús reprende al viento y la mar, lo que es una evocación antigua en el Medio Oriente e Israelita del dios que conquista la mar (Salm. 65:7; 89:9; 107:29).
------------------------
EL ENDEMONIADO DE GERASA
1 Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos.
2 Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo
3 que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas,
4 pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle.
5 Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras.
6 Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él
7 y gritó con gran voz: "¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes."
8 Es que él le había dicho: "Espíritu inmundo, sal de este hombre."
9 Y le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Le contesta: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos."
10 Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región.
11 Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte;
12 y le suplicaron: "Envíanos a los puercos para que entremos en ellos."
13 Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara - unos 2.0000 se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar.
14 Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido.
15 Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor.
16 Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos.
17 Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término.
18 Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con él.
19 Pero no se lo concedió, sino que le dijo: "Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti."
20 El se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.

COMENTARIO
5:1-20: El endemoniado Geraseno y la legión de espíritus inmundos (Mat. 8:28-34; Luc. 8:26-39). Este primer exorcismo en territorio Gentil es paralelo con el primer exorcismo de Jesús en la Galilea Judía (1:21-28). Aquí Jesús encuentra al hombre fuera; en el primer exorcismo el hombre con espíritu inmundo estaba dentro de la Sinagoga. Éste hombre es mucho más violento y autodestructivo. Los demonios que poseían al primero son simplemente expulsados; aquí se les permite entrar en los cerdos. Pero en ambos exorcismos los demonios reconocen a Jesús, y éste los expulsa ordenándoles no realizando acción alguna. Los que presencian el milagro pronto lo difunden por la ciudad. 1: Gerasenos, Gerasa está a unos 60 Kms. del Mar de Galilea, lo que es inconsistente con el versículo 13. Algunos han tomado esto como evidencia de que Marcos no era del Norte de Galilea, pero ésta no es una evidencia conclusiva. Además, Geras puede evocar el Hebreo “gerash”, que significa expulsar, y era usada en algunos de los relatos bíblicos de Dios “expulsando” la naciones fuera del país (Éxod. 23:28), como en este caso los cerdos son también echados fuera. 2:Espíritu inmundo, ver “Impureza y Curación”. 7: El espíritu reconoce a Jesús como Hijo del Dios Altísimo (Griego “hypsistos” en los LXX “elyon” “Altísimo” (Salm. 9:3) y trata de negociar. 9: Cuál es tu nombre? En los exorcismos el conocimiento del nombre de los ángeles y demonios era esencial para enumerarlos o controlarlos. Legión, una palabra tomada del Latín, denota una unidad de seis mil soldados en el ejército Romano. Muchos textos Judíos y Cristianos, especialmente apocalípticos, expresan la creencia que Dios destruirá a los Romanos y establecerá el reino de Dios –aunque concebido de diferentes maneras. Esta historia evoca varias posibilidades aunque no las clarifica: representan los cerdo la expulsión (gerash) de animales impuros o del ejército Romano? Están los Gerasenos enfadados por una batalla simbólica o la pérdida de su ganado? Cuál es el significado del Gentil que pide seguir a Jesús? Por qué no se da aquí el secreto mesiánico? 20: La Decápolis era una federación de diez ciudades predominantemente Gentiles al este del mar de Galilea.
------------------------
SEGUNDO RECHAZO EN EL PUEBLO DE JESÚS Y LA MISIÓN DE LOS DOCE
1 Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.
2 Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: "¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?" Y se escandalizaban a causa de él.
4 Jesús les dijo: "Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio."
5 Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos.
6 Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.
7 Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos.
8 Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja;
9 sino: "Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas."
10 Y les dijo: "Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí.
11 Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos."
12 Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;
13 expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

COMENTARIO
(Mat. 13:53-58; 10:1-14; Luc. 4:16-30; 9:1-6). 3: Hermanos, hermanas, la tradición Cristiana ha explicado algunas veces a estos miembros de la familia como hijos de José y de otra esposa diferente a María, o como primos. La palabra Hebrea, Aramea, y Griega para hermano y hermana puede significar familiar, incluso una persona de la misma familia con la que uno se puede casar, o un primo/a(Tob. 7:9). En el antiguo Israel, estos serían miembros de la “mishpachah” o clan, pero estas extendidas categorías familiares pueden no haber sido muy precisas en este periodo. El contexto sugiere miembros familiares cercanos, y la virginal concepción de Jesús no es mencionada en Marcos (Mat. 1:18-25; Luc. 1:34-35). Este punto, como en 3:19-30, es acerca de que el pueblo y la familia de Jesús lo rechazaban. Este rechazo es parte del paradigma transcultural del profeta y del héroe. 4: Los profetas carecen de prestigio, el origen de la posterior expresión Hebrea “No hay profeta en su tierra”(Ein nabi be´iro) es desconocida, pero puede derivar de este versículo. 5-6ª: La falta de fe limita el poder de Jesús. 6b-13: El rechazo de Jesús es seguido por la misión de los doce. Hay un paralelo entre el poder y autoridad de los Discípulos y la de Jesús. Como dice la Mishnah Berakot (bendiciones), “El representativo de una persona es como la persona misma”. 7: De dos en dos, quizá para asegurar que había dos testigos de acuerdo con el Deuteronomio 17:6; esto sería relevante para el testimonio en v. 11. 13: Ungían con aceite, una práctica medicinal común.
------------------------
MUERTE DEL BAUTISTA
14 Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: "Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas."
15 Otros decían: "Es Elías"; otros: "Es un profeta como los demás profetas."
16 Al enterarse Herodes, dijo: "Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado."
17 Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado.
18 Porque Juan decía a Herodes: "No te está permitido tener la mujer de tu hermano."
19 Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía,
20 pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.
21 Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea.
22 Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: "Pídeme lo que quieras y te lo daré."
23 Y le juró: "Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino."
24 Salió la muchacha y preguntó a su madre: "¿Qué voy a pedir?" Y ella le dijo: "La cabeza de Juan el Bautista."
25 Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: "Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista."
26 El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales.
27 Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel
28 y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.
29 Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.

COMENTARIO
(Mat. 14:1-12; Luc. 9:7-9). El historiador Judío Josefo indica que Juan el Bautista era una figura bien conocida y respetada (Ant. 18:116-19). Marcos presenta a Juan como un profeta que acusaba a Herodes Antipas de violar la ley Judía (Lev. 16:16) al casarse con la mujer de su hermano (en una situación donde la ley de levirato (Deut. 25:5-6) no se aplica, porque el hermano de Herodes no murió sin hijos). 14: Los poderes de los héroes Israelitas eran grandes. 15: Elías, Marc. 8:28. Juan …. ha resucitado, Herodes ve aparentemente a Jesús como un Juan Bautista resucitado, puesto que su discurso era similar y ambos atraían muchedumbres. La resurrección de los justos era una creencia común en Israel, aunque no universal (Ezek. 37; Marc. 12:18).
------------------------
PRIMERA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES
30 Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado.
31 El, entonces, les dice: "Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco." Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer.
32 Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario.
33 Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.
34 Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
35 Era ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discípulos y le dijeron: "El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada.
36 Despídelos para que vayan a las aldeas y pueblos del contorno a comprarse de comer."
37 El les contestó: "Dadles vosotros de comer." Ellos le dicen: "¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?"
38 El les dice: "¿Cuántos panes tenéis? Id a ver." Después de haberse cerciorado, le dicen: "Cinco, y dos peces."
39 Entonces les mandó que se acomodaran todos por grupos sobre la verde hierba.
40 Y se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta.
41 Y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los fueran sirviendo. También repartió entre todos los dos peces.
42 Comieron todos y se saciaron.
43 Y recogieron las sobras, doce canastos llenos y también lo de los peces.
44 Los que comieron los panes fueron 5.000 hombres.

COMENTARIO
6:30-44: Multiplicación de los panes(Mat. 14:13-21; Luc. 9:10-17; Juan 6:1-13). Hay dos multiplicaciones milagrosas en Marcos, la primera predominantemente en territorio Judío, la segunda (8:1-10) predominantemente en la zona Gentil. Mateo incluye ambas, mientras que Lucas y Juan solo una. Un número de motivos evoca el Éxodo y los milagros de Elías (Éx. 16-18; 2 Rey. 4:42-44). 33: Es más bien imposible que la gente al verlos marcharse en la barca, reunieran a gente de todas las ciudades, y corriendo llegaran antes que ellos al desierto (2:1-12). Esto enfatiza más bien la naturaleza milagrosa del reino y la congregación de gentes en el fin de los tiempos. 34: Ovejas sin pastor, 1 Rey. 22:17. Es típico en las leyendas de héroes que el héroe sea llamado de su preferido aislamiento(v.31) por compasión hacia la gente (ej. Moisés; Éx.3-4), que al final le abandona. Pastor, Núm. 27:17; Isa. 40:11. 41: Tomando…bendición….partió….dando son reminiscencias de la bendición Judía de la comida en el Sabbath Judío (basado en Deut. 8:7-10 y desarrollado en una “bendición de la nutrición” –Birchat ha-mason- usada en las comidas), pero son también palabras muy parecidas a las usadas en la Última Cena (Mark. 14:22-25), que ofrecen un tipo de anuncio, también sugieren el banquete profetizado en Isaías 25:6, también citado en Qumran (1QM 2:11-22; cf. 1 En. 10:18-19). 43: doce canastos sugieren las doce tribus reunidas al fin de los tiempos, y por extensión, a los doce Discípulos.
------------------------
6:45-52: Caminando sobre el agua
45 Inmediatamente obligó a sus discípulos a subir a la barca y a ir por delante hacia Betsaida, mientras él despedía a la gente.
46 Después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar.
47 Al atardecer, estaba la barca en medio del mar y él, solo, en tierra.
48 Viendo que ellos se fatigaban remando, pues el viento les era contrario, a eso de la cuarta vigilia de la noche viene hacia ellos caminando sobre el mar y quería pasarles de largo.
49 Pero ellos viéndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar,
50 pues todos le habían visto y estaban turbados. Pero él, al instante, les habló, diciéndoles: "¡Animo!, que soy yo, no temáis."
51 Subió entonces donde ellos a la barca, y amainó el viento, y quedaron en su interior completamente estupefactos,
52 pues no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada.

COMENTARIO
(Mat. 14:22-23; Juan 6:15-21). Cada uno de los milagros de la multiplicación/alimentación en Marcos va acompañado de un milagro sobre el agua, recordando los milagros del Éxodo (ej. Dios separando las Aguas –Éx. 14:1931-, Dios alimentando al pueblo en el desierto –Éx. 16:13-21. 48-51: quería pasarles de largo, quizá signifique que el apaciguamiento de las aguas no requería que Jesús entrase en la barca, pero los discípulos tomándolo por un fantasma tuvieron miedo. 52: este malentendido de los Discípulos es un tema que sería semejante al Faraón cuando oprimió a los Israelitas (Éx, 7-11). Endurecimiento …. Del corazón, como con el Faraón (ej. Éx. 4:14) pero también el -malentendido- de la gente (Salm. 95:8), duros de corazón puede significar una deliberada inhabilidad de comprender.
------------------------
7:1-23. Lavado de manos y el mandamiento de Dios
1 Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén.
2 Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas,
3 - es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos,
4 y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas -.
5 Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: "¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?"
6 El les dijo: "Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: = Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. =
7 = En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres. =
8 Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres."
9 Les decía también: "¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición!
10 Porque Moisés dijo: = Honra a tu padre y a tu madre = y: = el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte. = Pero vosotros decís:
11 Si uno dice a su padre o a su madre: "Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro Korbán - es decir: ofrenda -",
12 ya no le dejáis hacer nada por su padre y por su madre,
13 anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas."
14 Llamó otra vez a la gente y les dijo: "Oídme todos y entended.
15 Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
16 Quien tenga oídos para oír, que oiga."
17 Y cuando, apartándose de la gente, entró en casa, sus discípulos le preguntaban sobre la parábola.
18 El les dijo: "¿Conque también vosotros estáis sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle,
19 pues no entra en su corazón, sino en el vientre y va a parar al excusado?" - así declaraba puros todos los alimentos -.
20 Y decía: "Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos,
22 adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.
23 Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre."

COMENTARIO
(Mat. 15:1-20). El tema de cumplir las normas de la Torah respecto a la comida kosher y pureza ritual era, junto con la circuncisión para con los Gentiles conversos, uno de los contenciosos que los seguidores de Jesús tenían que resolver (ver Hechos 15:19-20). 3-4: El que Marcos tenga que explicar estas prácticas indica que la audiencia (no el escenario) era ampliamente Gentil; esta explicación falta en Mat. 15:2 (la historia no se da ni en Lucas ni en Juan). Los Fariseos eran conocidos por su observancia de las “tradiciones de los ancianos” que no se encuentran en las Escrituras, incluían el lavado de manos (una práctica que reconocía la probabilidad de contacto con cosas que eran ritualmente impuras durante el día, pero que no requerían una completa inmersión), aunque es probablemente incorrecto que todos los Judíos observaran estas leyes en aquellos tiempos. Los Saduceos no seguían en este tema a los Fariseos. Está claro que aunque los seguidores de Jesús no estuviesen de acuerdo con los Fariseos en el tema del lavado de manos, sí lo estaban con la mayoría de los judíos. 6-8: Isa. 29:13. Marcos reconoce el “mandamiento de Dios” pero surge una disputa sobre cuales obligan aún (v.19), y también qué prácticas son meras tradiciones humanas. Hipócrita, un término tomado del drama Griego, se aplica a uno que hace teatro, que solo es aparentemente justo (12:15; Mat. 23; Did. 8:1). Como en 2:25-26, hay respuestas múltiples a la cuestión; una era exagerada, humorística, e incluso escatológica (v. 15), que implícitamente compara lo que se expulsa del cuerpo con la comida no kosher, una respuesta menoscabada en vv. 20-22. Otra respuesta es el argumento escritural y legal (vv. 6-13). 11: La controversia aquí involucra la determinación de qué parte de la Torah, honrar a los padres o cumplir los votos, es más importante, y si un voto o promesa puede ser repudiada. En la Mishnah (m.Nedarim 9:1) hay una discusión acerca de “abrir el camino” hacia el arrepentimiento (permitir a alguien que ha prometido algo ser liberado de la promesa si esta lleva a un conflicto con algo más importante). Corban, (Heb. Korban) para un regalo-ofrenda a Dios. Cuando ha sido ofrecido a Dios, no era permitido generalmente al que ofrecía retirar la ofrenda. La tradición Rabínica también permitía anular el Korban cuando privaba a los padres de su parte correspondiente. 14-23: la ocurrente respuesta es tratada ahora como una revelación especial: Oíd…. Entended (v.14), parábola (v.17). 18-23: Como otras parábolas, esta requiere interpretación. 19: Declara puros todos los alimentos, literalmente y con más exactitud “alimentos purificados”. El primer tema “las prácticas lavatorias” es aquí expandido para referirse a todas las leyes kosher. Mateo omite esta adición y Lucas no incluye este episodio. Hay distintas posibilidades aquí. La declaración quizá refleje el rechazo de Marcos hacia las leyes alimenticias Judías (Rom. 14:20), o una más antigua tradición apocalíptica Judía de las transformaciones de las impurezas al final de los tiempos (Zac. 14:20). Además, dado que esta línea y las descripciones de las prácticas Judías en vv. 3-4 arriba no aparecen en Mateo, pueden haber sido añadidas cuando el Evangelio trató de ofrecer una comprensión de las enseñanzas de Jesús compatible con Pablo. En lo que se refiere a la enseñanza de Jesús sobre este tema, no es probable que la controversia acerca de la Torah entre los primeros seguidores de Jesús hubiera sido tan intensa si hubiera habido tradiciones con él relacionadas que anularan la Torah de esta forma. En cualquier caso, v.19 va más allá de la práctica del mismo Jesús, incluso si fue él quien dijo el v.15.
------------------------